Son los mismos activistas del siglo pasado que siguen con algo que la mayoría ya entendió hace rato que es parte de la historia de este país, hechos hace 50 años.
El jueves 9 de enero, a las 19 horas, nos juntamos en la Plaza Urquiza decenas de personas, invitados por un conjunto de organizaciones. El motivo fue rechazar el ataque a los procesos de Memoria, Verdad y Justicia, y la decisión del gobierno de Milei de cerrar el Centro Cultural Haroldo Conti, que funciona en la ExESMA, y de despedir el 31 de diciembre, a las 14 horas, a sus trabajadores. Esa modalidad es la que el gobierno nacional ha utilizado para los injustos despidos: agregarle a la tragedia de perder el empleo una cuota de sufrimiento intencionado. Porque son tan crueles y brutales que no llama la atención que reivindiquen genocidas y busquen liberarlos.
Son los mismos activistas del siglo pasado que siguen con algo que la mayoría ya entendió hace rato que es parte de la historia de este país, hechos hace 50 años.
Para los que reclaman un país igualitario y el profundo respeto por las instituciones democráticas, lo de Maduro en Venezuela está bien, consideran que Maduro es un legítimo gobernante y sobre todo, que respeta la democracia, eso es los que sostienen, que en Argentina hubo dictadura, pero que en Venezuela es democracia.