Para los vendedores ambulantes que se caminan una y otra vez el centro de nuestra ciudad, la estampida en los precios, la notable baja de uruguayos que eran compradores seguros y la situación económica en general los afectó enormemente.
Estas páginas entrevistaron a uno de ellos para conocer los vericuetos y rebusques que tienen que hacer para poder llevar un pedazo de pan a su familia todos los días.
En diálogo con cronistas de El Sol-Tele5, Sebastián, más conocido como “El Rosarino”, admitió que la situación es desesperante para ellos. “Hay que salir a vender para tener un pedazo de pan y más en estos tiempos que está muy luchado porque tenemos que salir como sea, con lluvia, con sol, como venga hay que salir a lucharla y a pelearla todos los días”, asumió Sebastián, al tiempo que mencionó: “ahora estoy vendiendo medias y cremas para todo tipo de dolores” y en este sentido “vendo las medias y los productos que siempre vendo pero no hay un mango en la calles y eso es lo peor que le puede pasar un vendedor ambulante, que no haya plata en la calle es grave porque lo nuestro es el día a día”, aclaró.
Consultado el vendedor si la gente le pide algo para el dolor de bolsillo, dijo que: “para eso la receta es laburar, ojalá tuviera algo pero eso pero hay que pelearla y laburar para el dolor de bolsillo” recomendó y agregó que “estos cambios económicos en la Argentina nos perjudica, estamos cada vez peor, cada vez peor porque se vino todo muy abajo”, admitió y recordó que “desde diciembre que esto se está viniendo cada vez más abajo y cada vez hay más vendedores en la calle” porque cada vez “hay más necesidad de la gente, la gente me quiere ayudar pero no puede porque no llegan a fin de mes” la verdad es que “esto es un desastre lo que estamos viviendo, es algo terrible, nunca lo he vivido y en esto no tengo plan B, hay que tratar de vender porque de lo contrario yo no como y no le doy de comer a mi mujer y a mis dos hijos”, dijo y acotó que “lo mío es seguir vendiendo y luchando día a día porque se tendrá que caminar más porque ahora buscar un trabajo de noche no sé, pero tendré que hacer algo porque encima la notable baja de compradores uruguayos nos afectó mucho más aún”, lamentó Sebastián, alias “El Rosarino”, vendedor ambulante de oficio.
