“CALLATE BOBO, ANDÁ PA ALLA”, es la frase que remata los dichos de Bordet, un gobernador que se inclinó siempre para el lado que mejor le conviene. Bordet parece desconocer o no aprendió nada cuando estudió administración porque la realidad le da un verdadero cachetazo.
El primer gobierno de Néstor Kirchner no tiene nada que ver con la actualidad con un país en ruinas con millones de niños que, en muchos casos, no llegan a tener al menos un plato de comida al día, con una inflación anual que rozará el 120 % por propia ineficacia de políticos fracasados pero llenos de $$$$$$$$$. Esa es la realidad hoy del gobierno de Alberto Fernández, un presidente puesto por Cristina Fernández de Kirchner. Mejor callate Bordet y “ANDÁ PA ALLA”.
Dijo el gobernador: “Néstor llegó cuando la Argentina atravesaba la peor crisis. Fue el presidente que puso fin al sufrimiento de millones. Unió su pueblo, abrió caminos en la adversidad, revirtió la historia y creó un horizonte de producción, trabajo e igualdad”. “Néstor le dio un futuro al país”, aseguró.
“SE LO REFREGARON EN LA CARA AL PRESIDENTE FERNÁNDEZ”
Sin embargo, hasta la Iglesia le recordó a Bordet y al gobierno nacional, la realidad a la que han llevado a este país: “Manifiesten su vocación de servicio y docencia democrática, con propuestas claras y realistas”, se lo dijo en la cara al presidente Fernández, el arzobispo porteño, Mario Poli, quien acotó además: “No puedo dejar de remarcar la sensible desigualdad que existe en un amplio sector de la población vulnerable”, planteó Poli. Y subrayó: “Ante un nuevo proceso electoral para elegir a quienes aspiran conducir la Nación, vemos una inmejorable oportunidad para que los candidatos manifiesten su vocación de servicio y aprovechen sus palabras para hacer docencia democrática, con propuestas claras y realistas, sin descalificar a los que compiten; con un lenguaje nuevo que promueva la solidaridad y devuelva al pueblo la confianza y el deseo de participar en la construcción de un destino común”.
DATO MATA REALTO
Al referirse específicamente a la realidad con números en la mano, el religioso confesó: “No puedo dejar de mencionar la sensible desigualdad en un amplio sector de la población vulnerable. 6 de cada 10 niños son pobres, y este porcentaje se visualiza más crudamente si consideramos que alcanzan 8.200.000 menores de edad, de los cuales hay más de 4.200.000 con carencias alimentarias, al mismo tiempo cabe señalar que entre niños, niñas y adolescentes, dos de cada 10 sufren privaciones graves”, espetó el arzobispo Mario Poli.
