La soberbia del presidente provocó que el club termine un mercado de pases malísimo y en La Bombonera haya hecho un papelón contra los suplentes de Gallardo.
Boca tocó fondo en el Superclásico y el único responsable es Juan Román Riquelme. La soberbia de Riquelme está destruyendo a Boca.
El mercado de pases del Xeneize fue malísimo, incluso Diego Martínez tiene refuerzos sentados en el banco porque no los usa como Toto Belmonte o Agustín Martegani. Esa postura de “yo ofrezco la plata que quiero y después no contesto la contraoferta porque yo soy Boca y soy Riquelme” es completamente equivocada porque las figuras, salvo Edinson Cavani, no vienen a Boca.
Lo mismo con Alan Velasco, con Fausto Vera, con Thiago Almada… Boca cartonea, está siempre en el chiquitaje en lugar de invertir. Boca es el Real Madrid, el Barcelona y si quiere un equipo de nivel tiene que poner plata.
Boca ante River dio pena, el partido fue una vergüenza.
Por otro lado, el equipo de Diego Martínez tuvo un rendimiento de fin de ciclo. Boca tiene un equipo gastado, viejo, grande. Se notó con Marcos Rojo que jugó a los golpes, en Cavani que llegó con lo justo, en Luis Advíncula, en Chiquito Romero que dio un rebote inapropiado.